Tomado del libro ENCUENTROS, Galia Editora-Mexico City, Primera Edición 2009
Cerré la puerta de golpe
y eché a andar,
libre al fin de un mundo
que no pudo retenerme
y me dejó partir.
Subí a prisa al tren,
Subí a prisa al tren,
me acomodé en mi asiento
y, mientras sentía la velocidad
con los ojos cerrados,
pensé en la novia de juventud
que siempre estuvo conmigo,
sin percatarme,
hasta saber de su existencia
cuando la vi feliz
en los brazos de su amante.
No había motivos para volver atrás,
tampoco para detenerme:
seguí de largo mi viaje.
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