Montag, 23. Oktober 2023

CAMINATA

Texto de Rafael M. Arteaga

Tomado de la Antología EL PECHO ANTE LA BALA, 

Sello Editorial "Fundación Cultural Edgar Palacios"


 


 - « ¡ Vamos!», me invita la noche, 

al verme sin compañía, 

«a llenar mis alforjas con niños  y muertos 

antes que el sol aparezca».

Y juntos caminamos por callesjones

nacidos a la sombra de las máquinas,

poblados de ancianas prostitutas,

De seres oscuros en la edad

de convertirse en héroes;

sin lamentos contra nadie, sin memoria

en el asfalto de las grandes avenidas:

la cara que todo pueblo reprime

y oculta a los ojos del viajero.

 

En las paradas del metro, hay jóvenes

atléticos sin saber qué hacer

con un arma en sus manos.

Y  cuando se abren las puertas de los vagones

baja y sube tanta soledad.

Hay túneles llenos de silencio. 

donde dejamos la piel.

 

 ****

 

- «El tiempo», me dice ella,  

«enredó en estas paredes la punta de su madeja

y no puedes extenderla más

porque has tocado el fondo de tus sueños».

 

- «Me iré aquí», respondo de inmediato,

sin bajar la mirada de sus ojos,

como hierros incandescentes.

- «Otro pueblo buscaré, otras calles 

luego de cada revés.

Nunca será demasiado el precio  a pagar  

por un día más en la tierra».

 

La noche guarda silencio.

 

*****

 

A nuestro paso, una mujer vestida de luto da a luz,

un hombre asoma - de pronto - en los zaguanes

y palidece al vernos frente a él,

mientras la voz de una niña, al fondo,

grita el nombre de tu padre.

Y el que pasa horas en vigilia

con el dilema del ser o no ser ,

golpea las tablas de su cama,  grita, difama,

muerde su almohada  bajo las sábanas,

mientras los muertos, en sus cajas, 

ríen de su suerte  con las mandíbulas abiertas.

 

*****

 

- «¿Qué es el futuro cuando estoy ausente?» 

Pregunto  a mi compañera.

- «Nada», responde de inmediato,

«si no has aprendido algo de los viajes.

Él  no recordará tu nombre ni siquiera

cuando tus huesos se torcieron ,

lo mismo que un auto viejo

cerca a los hornos de fundición,

admitan que lo mejor de tus días

ardió aquí».

 

Y mientras me hundo en sus palabras, 

añade: 

- « El placer del vino, 

los idiomas que aprendiste,

es la valija de mano que irá contigo,

las cartas de ausencias y de amores,

los nombres de amigos que quedan en el viaje».

 

- «Huyes del ayer,

de su  insoportable nostalgia  

y esta ciudad, con todos sus muertos,

te recibe como a un huésped,

sin pedir nada a cambio».

 

- «Si buscas ternura, extranjero,

ve a sus calles y deja que el semen

comprimido desde la infancia

acorta la eternidad de tus palabras».

 

Y en estas casas, cuyas flores

tocadas por el tiempo, caen al suelo

para dar paso a otras,

arderá la leyenda del instante.

en que viví y amé

tal y como debía amarse la vida.

 

Sonntag, 5. März 2023

CUANDO LLEGUE EL DÍA

Fotografía: Marcelo Quinteros Mena 

 

El bus se detendrá aquí 

y las mismas calles de infancia pisarás, 

atraído por su abandono;

no será difícil reconocer la casa 

de tus padres, e irás ella 

pensando en el águila

que, al ver su plumaje escaso,

vuelve a los riscos donde aprendió a volar

y se precipita al vacío. 


Freitag, 26. November 2021

HEFESTION

Texto de Rafael Marcelo Arteaga


En una habitación de hotel, 

dos hombres, bajo la luz de una lámpara, 

buscan en sus palabras el sitio 

donde resignaron sus sueños

cuando los caminos del mundo 

estaban colmados de viajes, 

sus pies eran ligeros, los dientes blancos

y hoy, sin más vestigios 

que las huellas de la edad en la piel.


Desnudos ante la nostalgia, apagan la luz, 

y se refugian en sus brazos,

convencidos que así debió ser el fuego 

que arrebataba a Alejandro 

al ver desnudo a su amante, 

cuando sus cuerpos hermosos e insaciables, 

sólo conocían el tiempo de amar, 

de alzar la espada, 

de vencer y de volver a partir. 


El tiempo pasó muy pronto esta noche. 

Sus familias les esperan en casa. 

Han decidido volver a encontrarse cada verano 

para unir sus vidas aquí con igual obsesión 

que el amor o el fracaso.


Unen sus labios por última vez

y se alejan en silencio

por esos largos pasillos del hotel.