...todo nuestro organismo contiene glucosa – Cerró solemne el profesor su clase de anatomía.
– ¿Hasta el semen? – Irrumpió al instante la inocente alumna del curso, con sus ojitos de yo no fui, casi mordiendo las uñas de su mano, ante las carcajadas de sus compañeros. El profesor esperó con paciencia tras su escritorio y cuando volvió la calma respondió:
– Incluso en el semen, señorita Gómez – Mas, antes de que él pudiera retirarse de la clase, la alumna añadió:
– Pero yo no lo he sentido – Y tapó su boca con la mano. El profesor tampoco perdió la compostura y esperó otra vez a que se sofocaran las risas.
– Tengo entendido que las glándulas del sabor se hallan en la punta de la lengua, no en el fondo de la garganta – Concluyó elocuente su clase de anatomía.
*
***
– Y para mañana –, añadió al instante – prueba escrita sobre este tema y no habrá excusa que valga, salvo aquella de fuerza mayor y que será justificada.
– ¿Puedo aducir agotamiento sexual, como excusa de fuerza mayor? – Preguntó el sabido del curso. Sus compañeros echaron a reír de nuevo.
– De ninguna manera – aclaró de inmediato el profesor, – porque la prueba la puede escribir con la otra mano; o de pie, si le duele estar sentado.
– ¿Puedo aducir agotamiento sexual, como excusa de fuerza mayor? – Preguntó el sabido del curso. Sus compañeros echaron a reír de nuevo.
– De ninguna manera – aclaró de inmediato el profesor, – porque la prueba la puede escribir con la otra mano; o de pie, si le duele estar sentado.
Keine Kommentare:
Kommentar veröffentlichen