Freitag, 30. Januar 2009

la tentación del suicidio


Textos de Charles Bukowski, traducción de Rafael Marcelo Arteaga




ASÍ QUE QUIERES SER ESCRITOR

si no hay una ruptura en ti
no lo hagas.
si no brota instintivo
de tu corazón, tu mente, tu boca
tu intestino,
no lo hagas.
si tienes que estar sentado durante horas
ante la pantalla del monitor
o encorvado sobre tu
máquina de escribir
buscando las palabras,
no lo hagas.
si escribes por dinero o
fama,
no lo hagas.
o porque quieres
una mujer en tu cama,
no lo hagas.
si tienes que sentarte y
escribir y volver a escribir,
no lo hagas.
si piensas que es difícil hacerlo,
no lo hagas.
si tratas de escribir como alguien,
olvídalo.
si esperas un aullido de
ti,
espera pues con paciencia.
si no es un rugido lo que sale de ti,
haz algo más.

si debes leerlo antes a tu esposa
a tu novia a tu novio
a tus padres o a cualquier otro,
no estás listo.

no seas como muchos escritores,
no seas como tanta
gente que se llama a sí mismo escritores,
no seas importuno, aburrido,
pretencioso, no te infles de amor
propio.
las bibliotecas del mundo nos fastidian
hasta el cansancio
con seres como tú,
no entres en ella.
no lo hagas.
a menos que salga de
tu alma tal un proyectil,
a menos que puedas llegar
a la locura o al
suicidio o a matar,
no lo hagas.
a menos que tu luz interior
queme tus intestinos,
no lo hagas.

cuando llegue el tiempo
que has elegido,
lo harás por ti
y no te detendrás
hasta morir en ella o acabar ella en ti.

no hay otra manera.

y nunca hubo.

From sifting through the madness for the Word, the line, the way by Charles Bukowski.


PÁJARO AZUL

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy demasiado impetuoso con él,
digo, quédate allí, no dejaré
que nadie vea.
hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero derramo whisky en él y aspiro
el humo de los cigarrillos
y las putas y los camareros
y los empleados de la tienda
no saben, nunca saben que
es él
quien está allí.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy demasiado impulsivo con él,
digo,
quédate allí, ¿quieres causarme
líos?
¿quieres atar mis tornillos?
¿quieres que mi libro se venda
en Europa?
hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy demasiado listo, yo le permito volar
a veces por la noche
cuando todos duermen.
digo, sé que estás allí,
no te pongas
triste.
entonces lo dejo entrar de nuevo,
luego él canta apenas
y yo no tengo el valor de dejarlo
morir
y dormimos juntos,
así
con nuestro
pacto secreto
que es demasiado bueno para
hacer lloriquear a un hombre
pero yo no
lloro,
¿lloras tú?

Publicado en "Última Noche de Poemas en la Tierra", 1992.



POCO DE NADA

muy gordo
muy flaco
o nadie.

risa o
lágrimas

rencorosos
amantes

desconocidos con rostros semejantes
al lomo
de un miguelito

ejércitos caminando a través
de calles de sangre
agitando botellas de vino
bayonetas y aborrecibles
vírgenes.

un viejo en un hotel barato
con una foto de M. Monroe.

hay una soledad tan grande en este mundo
que se la puede ver en el lánguido movimiento
de las agujas de un reloj

personas pavorosamente cansadas
mutiladas
por amor o sin amor.

la gente no es buena con nadie.

los ricos no son buenos con los ricos
los pobres no son buenos con los pobres.

tenemos miedo.

nuestro sistema educativo nos dice
que todos podemos ser
unos ganadores de mierda

mas no ha dicho algo
sobre la miseria
o el suicidio.

o el miedo de una persona
a sufrir en un sitio
abandonado

inmune
reacio a
regar una planta.

el hombre no es bueno con su prójimo
el hombre no es bueno con su prójimo
el hombre no es bueno con su prójimo.

sospecho que nunca lo será.
y no pido que lo sea.

aunque a veces pienso en
ello.

el péndulo pendulará
las nubes nublarán
y el asesino degollará al niño
tal si diera un mordisco al helado de cono.

mucho
poco

muy gordo
muy flaco
o nadie.

más rencorosos que amantes.

el hombre no es bueno con su prójimo.
y si acaso lo fuera
nuestros muertos serían menos tristes.

mientras tanto yo observo a las jovencitas
tallos
flores de esperanza.

debe haber una manera.

seguro que hay un sitio que aún no
hemos caminado.


¿quien puso este cerebro en mí?

que llora
que exige
que dice que hay una esperanza.

que no dirá
"no".

Copyright © 2005 by Charles Bukowski. From Slouching Toward Nirvana: New Poems.

Samstag, 3. Januar 2009

JEFFERSON PEREZ ACEPTA CANDIDATURA A LA PRESIDENCIA DEL ECUADOR


He recibido con agrado la noticia desde Ecuador, la misma que informa de la decisión de nuestro compatriota, Jefferson Pérez (medalla de oro en las olimpiadas de Atlanta, plata en Pekín y varias veces campeón mundial en los 20 kilómetros de marcha) de ceptar su nominación como candidato a las próximas elecciones de gobierno (¡otra vez!) en nuestro país. La convención en el coliseo de Guacaleo estuvo a reventar de público entusiasta que coreaba el himno nacional (no el Patria tierra sagrada...), el nombre del candidato, al mismo tiempo que realzaba sus hazañas deportivas. No hubo zhumir, ni vino dulce o botellas de "puntas" (puro cariño) obsequiadas por anónimos auspiciantes, ni camisetas que usualmente los candidatos lanzan al aire con dulces, fundas de sal, galletas, o pulseritas. Tampoco hubo grupos de muchachitas cantando y bailando en cueros, o luces con equipos de música a todo parlante.

Me han escrito que no hubo rifas de relojes o celulares entre el público. Tampoco se pudo ver a los aniñados de siempre tras el potencial candidato, con sus autos últimos modelo, sus camisetas de fina tela, con sus gafas oscuras de marca, sus zapatos de Miami, sus celulares con televisor e internet: los que ponen la plata para el baile y luego, cuando el candidato gana, se reparten el país a su conveniencia.

Nada de esto hubo, sino un público entusiasta, gente humilde que en silencio hace grande a su país, que sueña, y no solo ello, que se esfuerza día a día por un nuevo Ecuador, que no vende sus sueños de ser escritores, poetas, catedráticos, sencillo trabajador por un puesto de comisario municipal; que no busca un lugar en las tenebrosas redes de la burocracia, que no sueña con ser ministro, cónsul, embajador, corderos de manada, o perros bravos y gritones ante los más débiles, pero demasiados dóciles antes su jefe, el que les da de comer y les descubre ante las luces, las cámaras y los flashes del anonimato. Fue un público que no come cuento, porque está consiente que un país avanza con trabajo digno, con inversiones, con apertura de mercados, con defensa del mercado interno, -que no se traduce en imponer aranceles altos (la gente igual comprará los productos importados que no hay en el mercado -y si hay, es de mala calidad) sino con apoyo a la empresa privada, a grandes y pequeños productores, con créditos bajos, con incentivos tributarios, (nada de regalos) porque este sector a fin de cuentas es el que ha sacado a muchas naciones de la pobreza (China, India, Tailandia, España, Brasil, Chile...)

Las primeras palabras de Jefferson fueron: ¡Vamos atrabajar 25, 30 horas al día! ¡Y así hasta que lleguen nuestros hijos y ellos nos agradezcan no solo por el Ecuador que les heredemos, sino también por el entusiasmo por la vida, por el ejemplo que les demos! (Y el público empezó a soñar y a apretar sus manos, contagiados de esa energía positiva que el andarín, el antiguo vendedor de periódicos que las calles y que con esfuerzo supo llegar al podio de los vencedores emanaba en esos instantes). ¡Solo el esfuerzo nos hará libres! Gritó. Y antes de que la masa comience a aplaudir a rabiar, añadió: ¡E igual la verdad!! Cómo podemos volver al hogar, abrazar a nuestros hijos y besarles con tiernas caricias, sin darnos cuenta que por nuestras pequeñas ambiciones hemos destruido hoy el país, ¡la casa grande de nuestros hijos!! (El público empezó a temblar con el nombre del candidato en sus bocas) Obraremos con el ejemplo porque nosotros somos el espejo en el que un día ellos descubrirán nuestras sombras y terminarán odiándonos.

Jefferson, retorciéndose de dolor, luego de ganar el campeonato mundial de marcha en Japón

¿Quieren regalos? Y antes de que alguien responda, añadió: yo no soy santa Claus. Si llego a la presidencia seré un administrador, no el dueño de nuestra casa grande. Mi gobierno estará compuesto por los mejores hombres, no de aquellos que quieran poner el dinero para mi candidatura. Mi gobierno estará abierto al diálogo con todos los sectores. Les propongo un gobierno de concertación, logremos un acuerdo, un pacto de gobernabilidad para los próximos 30 años, dejando a un lado nuestros desatinos políticos, nuestros resentimientos personales, nuestras ambiciones pequeñas. Seamos constructores y que en esta obra tengamos todos una herramienta todo el tiempo y que siempre estemos levantando algo, uniendo, soldando, ayudando, sin que se detenga la obra, porque entonces se detiene el país. Total, desde cualquier esquina que estemos, sabemos una cosa: todos queremos un nuevo Ecuador, más justo, ¡Sí!, más solidario, ¡Sí!, pero ello no significa dar limosnas. El estado debe ser un gran regulador, no un mercader de baratijas! Prometo trabajar cada día, como si Ecuador fuera a ganar una medalla de oro contra la pobreza, el hambre; pero, sobre todo, contra la ignorancia. Prometo no convertir al estado en una oficina de empleos, sino en una gran fábrica que ofresca iguales oportunidades una población preparada. Ofresco orar cada día, escuchar a mis adversarios. Prometo no comprar más armas, no crear más cuerpos policiales, sino crear fuentes de trabajo. Prometo no humillar a mi gente solo por el hecho de no compartir mis ideas. Prometo estar a la altura de la dignidad de mi cargo y marcharme pronto de palacio una vez cumplido mi periodo, agradecido con mi gente, por la oportunidad que tuve de servir a la nación y luego dedicaré todo el tiempo a mi familia, a plantar verduras hasta esfumarme de la vida pública a fin de no interferir en las decisiones de los gobiernos que me sucedan.

Y la gente comenzó a entonar el himno nacional otra vez. Les ofrezco volver nuestra nación, como alguna de aquellas naciones donde yo viví, entrené hasta las lágrimas, con calambres, tendones rotos o meses y meses de para ante la enfermedad. En esos países triunfé. En mi mente siempre estuvo esto: quiero dar un empujón de entusiasmo, de dinamismo, de ejemplo a mi nación: Por mi madre anciana, por mis hermanos, por mis amigos, por todos quienes somos Ecuador. Y cuando estuve allí, siempre miraba, observaba y me puse a pensar cómo lo hicieron esos países, revisé su historia y vi que ellos fueron como hoy nosotros alguna vez, en alguna parte del tiempo. Y hoy ¿dónde están estas naciones? ¡Vamos entonces a ganar! Vota por Jefferson, él único que nunca te defraudó. Leed mis labios: ¡no más mentiras disfrazadas de verdad en los medios! ¡No más pesadillas para nuestros niños!

Y al final la gente empezó a dejar sus firmas en las papeletas que luego serán entregadas al tribunal electoral. Espero que quienes están allí acepten, por dignidad, su candidatura y que este discurso no sea un sueño de inocentes.