Donnerstag, 11. Oktober 2012

EL MILAGRO ECONOMICO EN EL BOSFORO


Del Tages-Anzeiger, de la serie Metrópolis del Siglo XXI
Traducción: Rafael Marcelo Arteaga.

Jóvenes, chic y con muchas ganas de comprar: Estambul es el barómetro de la floreciente Turquía; la ciudad en el centro de Oriente y Occidente.


¿Cuántos habitantes en Estambul son tan ricos, como para desayunar en Asia y almorzar en Europa? Esta es a menudo la pregunta de los residentes de la metrópoli turca, la única que se asienta en dos continentes. Estambul, que en épocas pasadas fue conocida como Bizancio o Constantinopla, fue también capital del Imperio Bizantino y Otomano.

Nadie sabe cuántos habitantes tiene la capital no oficial de Turquía. De acuerdo a informes no comprobados, se estima que entre 15 y 20 millones, y de esta cifra, más de la mitad son jóvenes menores de 30 años, con una capacidad de compras cuatro veces más grande a la anterior en los últimos tiempos. “La nueva generación es muy independiente y está orientada hacia la globalización.” Dice Monika Schmutz Kirgöz, cónsul de Suiza en Estambul. Y añade: “Aquí ha ocurrido un milagro económico”.


Sin embargo, en el 2001 la situación no asomaba tan color de rosas como hoy: el país estaba sumergido en la peor crisis financiera de los últimas décadas, igual que Grecia en estos días, y ese mismo año su moneda oficial - la Lira - cayó en picada al barranco, a diferencia de sus antiguos enemigos los helenos, cuya política económica está atada a esa camisa de fuerza llamada Euro. Su entonces ministro de economía, Kemal Dervis, lanzó un paquete de reformas: los gastos fueron recortados de modo radical, los bancos recapitalizados y las empresas estatales privatizadas de inmediato; a tal punto que al siguiente periodo ya se pudo ver resultados. La tasa del 5,3% de crecimiento interno ha sido constante desde entonces y se espera que para este periodo sea igual.

Las exportaciones hacen fuerte a Turquía: la rama automotriz, pero también la industria textil, la electrónica y el turismo, fruto de la inversión externa y de la seriedad de sus gobernantes para respetar los contratos firmados, creando miles de plazas de trabajo.

CENTRO DEL ORIENTE MEDIO



La ciudad es el sitio de fusión del Este con el Oeste. Donde antes convergieron tres imperios, hoy es un punto de encuentro internacional. Muchas empresas foráneas tienen sus asientos europeos o asiáticos a orillas del Bósforo, y desde Estambul se expanden al Cercano y Oriente  Medio, a África del Norte. La ciudad es el centro de la Región Mena, que en el argot comercial se denomina a las bases de las transnacionales, desde donde se abre nuevos mercados. Y en ningún otro sitio se vive esto con más frecuencia que en el aeropuerto Atatürk, donde en cuestión de minutos se reúne el mundo de los cinco continentes, gracias a Turkish Airlines, una de las empresas de aviación más exitosas del mundo, con un rápido crecimiento frente a sus similares europeas, con una flota de 185 naves (70 más que hace cuatro años) uniendo 218 lugares de modo directo y una constante búsqueda de nuevos destinos; al punto de hacerla merecedora en el 2010, 2011 y 2012 de los premio Sky Trace, uno de los reconocimientos internacionales más serios en la rama aérea comercial.

UN CUADRO DEMOCRATICO

Las huellas del crecimiento son visibles en la vida diaria. Cada semana abren nuevos hoteles sus puertas, y la construcción de viviendas y edificios no para. “Muchos extranjeros vienen a la ciudad”, confirma la representante del gobierno suizo. “Independiente del estrés automotriz que toda metrópoli causa en la gente, el nivel de vida aquí es excelente.” Y aun cuando tiene la sensación de que los límites de crecimiento llegaron a su tope y que podría colapsar, ella sabe que la ciudad es joven y llena de energía.

En la lista de las economías más florecientes del planeta, Turquía se halla en el puesto 17 (de 166 naciones. Ecuador en el 136). Y de acuerdo a la voluntad del primer ministro Erdoga, hasta el 2023, al cumplirse el siglo del nacimiento de la república,  ésta deberá ser la décima potencia económica en el mundo. Y para ello la política juega un rol importante. “Turquía es un país musulmán y democrático, con una antigua y única constitución.  La Primavera Árabe tiene un modelo a seguir.” Afirma Monika Schmutz. 

EL OTRO LADO DE LA MEDALLA

El boom en Estambul tiene también su lado opuesto. Muchas viviendas y sectores viejos del centro son derrumbados y en su lugar se levanta de inmediato grandes edificaciones de lujo, echando a sus antiguos habitantes a 40 kilómetros de allí, en sitios estériles, donde no caben sus lazos de vecindad y ello provoque el aumento de los niveles de delincuencia, como afirman los habitantes del nuevo asentamiento denominado Bahçe, en el portal Eurasianet.org.

Uno de ellos es Osman Özdemir, de 52 años, residente en una casa de 12 pisos. En su antiguo barrio sufrió una vez un incidente apenas -en 14 años-: su hijo fue asaltado por un motociclista. “Hoy escucho a menudo aquí de robos y asaltos”. Dice Osman Özdemir. “A la medianoche merodean por el hospital vendedores de heroína”. Y pese a sus preocupaciones, Estambul - de acuerdo a la ONU - es una de las ciudades más seguras de Europa.

Dependiendo de cómo la ciudad afronte su crecimiento, esto podría cambiar de modo rápido.


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