Un posible paso del banquero Guillermo Lasso no garantiza, de modo alguno, un triunfo ante el mimado de Rafael Correa, a diferencia de Yaku Pérez, que tiene mejores opciones de ganar la segunda vuelta; sin embargo, ¿lo permitirá el TSE, cuyos vocales, de 5, 3 responden a las huestes correistas y uno a Social Cristianos?
Hoy leemos en la prensa que el TSE anuncia 3323 actas "sorpresa" (significa 1'400.000 de votos con inconsistencias: sin firma del delegado electoral, rotas... Lunes en la noche, Correa anunció en su cuenta Twitter que Laso pasará a la segunda vuelta (!). Los muñequeos entre titanes, la máquina de presión sobre el TSE funciona a todo vapor en estos instantes.
Nada raro será que los viejos partidos políticos, los grandes sectores económicos del país copien a sus similares en la Venezuela del principio del chavismo y, a cambio de negocios en áreas estratégicas, terminen cediendo ante las ofertas (pasajeras) del socialismo del siglo XIX; total, cuando el país llanero empezó a caer al abismo, éstos ya lograron una unión carnal con el régimen totalitario para compartir el poder en negocios claves, como petróleo, importación de comestibles, de materias primas para la construcción de las viviendas populares...; otros, en cambio, para evitar mayor desgaste, optaron por cerrar sus empresas y llevar sus capitales a Miami, por ejemplo; total, el dinero y la habilidad de multiplicarlo no exige pasaporte.
El correismo sabe que un balotaje con Lasso será como el paseo de domingo con la familia. CREO, MADERA DE GUERRERO Social Cristianos, lo más rancio y mal oliente de nuestra historia política moderna, después de perder las elecciones en el pasado, siempre estuvieron detrás de los presidentes de turno y con Lenin Moreno, no fue la excepción. "Si no puedes vencerlos, únete a ellos" y compartirás las mieles del poder; aunque, de igual modo actuaron los demás movimientos políticos a lo largo del regreso a la democracia desde 1978: Pachakutik se alió en el pasado con social cristianos (pusieron los peones en ese juego de ajedrez) para derrocar a Bucaram, Mahuad, Lucio, luego de apoyar a éstos en la segunda vuelta, evitando así que Nebot o Noboa lleguen a la presidencia; igual actuaron con aquel globo de ensayo llamado Rafael Correa, que terminó siendo el temible engendro de los Andes, el Frankestein de nuestro siglo. Luego, al apoyaron a Lenin Moreno con el "7 veces sí" de cara al objetivo común de sepultar al maestro; sólo que hoy es diferente: nunca antes estuvieron tan cerca de pasar a una segunda vuelta y con reales posibilidades de ganar la presidencia, capitalizando el miedo del casi 70% de la población ante el posible regreso del mashi.
Parece un grupo sólido; sin embargo, al interior de las bases del movimiento hay graves fisuras, divisiones demasiado evidentes en esta campaña: grupos unidos con Aráuz (el encuentro "casual" y diálogos de Jaime Vargas en un mercado o el apoyo tácito a la revolución ciudadana en las dos semanas de paro de octubre de 2019, acción que casi cumple su objetivo: derrocar al gobierno actual con el burdo pretexto de la subida de combustibles), y por otro lado, los sectores del movimiento que han empatado con los proyectos de la derecha tradicional: unirse para derrocar gobiernos no acordes con sus intereses (Lucio Gutiérrez) o desgastados por sus errores, capitalizando el descontento social (Bucaram) a cambio de puestos estratégicos de sus dirigentes en los entes públicos del Estado, más ciertas partidas presupuestarias sin control alguno en sus gastos.
Si pierde Lasso, lo que está aún por decidirse en el millón cuatrocientos mil votos que el TSE dice falta por revisar, o si pasa a la segunda vuelta, lo que sería la crónica de una muerte no anunciada, pero que debe cumplirse para cerrar el ciclo de elecciones, arrastrará al cementerio político a Nebot y todo lo que significa Social Cristianos y Madera de Guerrero; aunque el premio consuelo para ellos, y a la vez humillación, será co-gobernar, igual a compartir la cama con el enemigo, en el régimen de Aráuz.
No tienen opción y desde el TSE usarán toda la escuela de artimañas, junto al correismo, para transformar en milésimas la ventaja de Yaku Pérez en favor de Lasso.
Ignoro si los votos de un candidato son endosables a otro; sin embargo, algunos de los políticos perdedores en estas elecciones han anunciado su apoyo al candidato por Pachakutik en la segunda vuelta, unidos por el objetivo de impedir el retorno al poder de las huestes correistas. Frente a los rumores de un posible fraude en favor del banquero, varios grupos y organizaciones han anunciado movilizaciones progresivas a fin de hacer respetar su voluntad en las urnas.
¿Cómo confiar un proceso tan crucial y delicado para el futuro del país en manos de vocales afines al correismo y a la vieja partidocracia?
Nubes negras asoman en el horizonte en cualquiera de los campos posibles.