El rey Juan Carlos posa con dos búfalos que acaba de cazar
(Gtres)
17 Abril 2012.
Nunca me interesó la vida de la monarquía española, y
por tanto, nunca supe que el rey Juan Carlos era adicto a la cacería mayor, o que
es presidente honorifico de la World Wildlife Fund for Nature.
El rey ha sido descubierto en infraganti cazando
elefantes en África, pero seguro que esto nunca habría salido a la luz de no ser por su fractura en la cadera y por
los perdigones del fusil incrustados en su pie, lo que demuestra que es un
pésimo cazador. Pero, más allá de todo este bullicio alrededor de su figura, lo
que se intenta de modo intencional -en complicidad
con los medios de comunicación- es buscar una válvula de escape a la tensión
social que vive hoy la península ibérica.
El rey mismo es la imagen de España en estos momentos.
¡Y yo que creí que esta especie de dinosaurio se había
extinguido hace tiempos!
.
“Lo siento mucho, -dijo hoy en público- me he equivocado y no volverá a ocurrir”.
Es indudable que los tiempos cambiaron, pero no así el corazón de mucha gente.
Son rezagos del feudalismo en pleno siglo XXI, pues la realeza española
sobrevive gracias al presupuesto nacional alimentado por su gente, mientras el
gobierno de Rajoy pide a los ciudadanos ahorrar al máximo.
Dos especies en extinción.
¿Por qué se
disculpa? ¿Por ir de cacería a expensas de dineros públicos, mientras el pueblo
español está sumergido en la peor crisis económica que se tiene memoria desde
hace medio siglo? ¿Por romperse la cadera? Y ¿qué no “volverá a ocurrir”? ¿No
habrá más descuidos ante la prensa? ¿No habrá más safaris a África?
Ps. Un reportero de Londres, enterado del dominio del rey Juan Carlos de la lengua de Shakespeare, le pregunta: Jaguar yu? A lo que él contesta: No, I´m zorry!