Freitag, 16. August 2013

PALABRAS


Texto de Rafael M. Arteaga

Angkor Wat, Siem Reap, Cambodia.

El caminante lleva palabras,

sólo palabras que en el transcurso

del camino ya no le dicen nada. 

El caminante es feliz cuando ve a su hijo

recién nacido en manos de la enfermera,

o cuando vuelve a casa

y, en medio del bullicio de los niños,

se sienta a la mesa para compartir

el pan e historias de tierras lejanas.

 

El caminante sabe que el tiempo

es fuego, no cenizas,

que la sublime realización de la muerte 

tiene lugar en el olvido de sí misma;

por tanto él, en medio del camino, 

busca, acepta lo que es,

y en ese lapso el universo

no ha cambiado tanto - como su rostro -.