Mittwoch, 17. Oktober 2012

Chongqing: una metrópoli en doce años



Del Tages-Anzeiger, de la serie Metrópolis del Siglo XXI
Traducción: Rafael Marcelo Arteaga.



Edificar una ciudad para 12 millones de habitantes en diez años, conseguir que un río seco se vuelva navegable, acercar un lago a la ciudad y desde allí sacar mercancías hasta los puertos; volver un pueblo lleno de mendigos en una de las metrópolis más modernas del planeta: estos son algunos ejemplos, de como la visión de futuro de sus gobernantes juega un rol importante en la historia de las naciones.


Fue un episodio desagradable el que trajo a la ciudad de Chongqing a las primeras planas de los periódicos del mundo: Gu Kalai, esposa del Secretario del Partido Comunista Chino y gobernador de la provincia, fue condenada el 20 de agosto pasado a morir en la horca luego de haber sido hallada culpable de envenenar a su aliado de negocios inglés; y, pese a que la carrera política del marido acabó de modo abrupto ante el implacable partido, nadie duda que el rápido desarrollo de Chongqing fue obra del incansable Bo. 32 millones de personas viven aquí, donde el crecimiento de la ciudad se sitúa sobre el 16 y 17% y, con ello, casi el doble del promedio en China.

Autos, motos y repuestos

La nueva región se ha especializado en la fabricación de motocicletas y autos, ya de modo independiente o en alianza con otras marcas foráneas, como Suzuki o Peugeot-Citroën. Sus empresas producen 400.000 autos  y copan un tercio de la producción de motos en el mercado interno; pero  también Ford, Isuzu o Iveco están presentes aquí, e igual que la industria pesada, el trabajo de metales y la producción mecánica, en esta región el petróleo y la industria química tienen también un rol dominante. BP, en alianza con Sinopec Sichuan Vinylon Works, trabajan en un plan de limpieza del rio Yangtsé. La firma de químicos BASF arma un proyecto de fabricación de polietileno por un valor de 860 Millones de Euros.


 


Ulrich Birch, quien trabaja desde el 2002 para la ABB en Chongqing, vivió el desarrollo cuasi explosivo de la ciudad. «Cuando llegué aquí por primera vez en 1997, por ser el área de partida del Tour de los Tres Valles», cuenta él, «éste era un sitio del que se quería salir lo más rápido posible.»

«Todo era miedoso y sucio»

«Yo ya había visto otras ciudades chinas, pero de todas, ésta era la peor. Los niños que merodeaban eran muy podres. Todo era miedoso y sucio.» Dice Birch. Pero cuando este mismo ingeniero volvió luego de siete años, todo aquí había cambiado por completo. «Era una nueva ciudad con un centro hermoso, edificios y hoteles cinco estrellas. Ahora todo es muy limpio.» Y añade que en el 2005 se mudó a Chongqing para dirigir una filial de la ABB en alianza con otra similar china, y supervisar la construcción de una nueva fabrica.

Ciudadelas enteras son edificadas cada día. Los precios varían de acuerdo a la ubicacion del sector: US$ 350 a 500 por metro cuadrado

El progreso de la ciudad no es casual, sino que obedece a la decisión del Partido Comunista -en 1997- de convertir a Chongqing en una de las cuatro regiones de China, desde donde se impulsará el desarrollo económico logrado en las zonas marítimas - sobre todo en la costa oriental - hacia el interior de la nación.

Como retoños de bambú tras la lluvia de primavera

Es el programa de inversión más grande que el mundo ha visto antes. Cerca de 490 millardos de Euros ha inyectado el Gobierno Central de China en sus programas para occidente y centro del país. Y la mayor parte de tal suma va a Chongqing; por ello, en marzo del 2012 se decidió tomar la estrella más grande de la bandera del país como meta a seguir dentro del plan quinquenal para el desarrollo de la región occidental: en quince años Chongqing debe alcanzar el mismo poder productivo de Hong-Kong. 

La ciudad, ubicada en la confluencia de los ríos Yangtsé y Jialing, es una obra inmensa en construcción desde hace años.  En casi todos sitios se derrumba y se hace sitio para abrir carreteras y nuevos edificios de vivienda. Donde hoy es el barrio pobre de Shibati, pronto estará lleno con modernos rascacielos para oficinas y apartamentos. En el aeropuerto Yiangbei se multiplican los hangares para los aviones y las pistas de aterrizaje. La ciudad se llena de centros comerciales y en el norte grandes ciudadelas son construidas en tiempo récord. «Chongqing crece como retoños de bambú tras una lluvia de primavera», dice Henrik Bork, corresponsal en China.

Salarios más bajos que en la región oriental.



Las condiciones de vida del campo y la ciudad son abismales, y por ello cada año buscan refugio entre 300.000 y 400.000 personas en la metrópoli. «No todos hallan trabajo de inmediato, por lo que la migración trae sus problemas consigo», observa Bork. «Es cierto que en el campo todos los niños deben ir a la escuela», observa; sin embargo, los recién llegados carecen por lo general de instrucción especial, «y lo que las empresas buscan es trabajadores con alguna formación en alguna rama especifica.» 

Es por ello que la multinacional ABB, en unión con otras similares radicadas aquí, están tratando de abrir escuelas en el sector con una educación a la manera de Suiza; para ellos, los precios bajos de los terrenos y las tasas favorables de impuestos son condiciones muy atractivas para asentarse aquí, donde el acceso al poder es más directo gracias al estatus de la ciudad, y donde los salarios son más bajos en relación con los de la costa oriental, lo que viene a compensar los altos costos de transporte de mercancías hasta los puertos del sur.

Tren hasta Europa


Pero también se pensó y se hizo que el río uniera los tres valles, aumentando su caudal y logrando con ello que sus aguas lleguen hasta la ciudad, para asegurar la movilización de mercancías hacia el sur del país, donde están los puertos; además, hay una unión directa por tren entre Chongqing y Antwerpen, cuenta Bork. La empresa alemana de transportes ya utiliza la ruta transiberiana para enviar a diario mercaderías de la BMW o de Hewlett Packard.

Chongqing es una obra gigantesca en construcción. El sitio donde estaban asentados barrios viejos y sucios, hoy se levantan modernas edificaciones con viviendas, centros comerciales y oficinas. Nada regala el gobierno, pese a tener un sistema comunista: a las "casas dignas" se accede con trabajo. Si no pueden comprar, el estado alquila sus casas a los más necesitados, a precios simbólicos; por lo general, un ciudadano chino no quiere depender del gobierno, y pronto llega a ser un próspero negociante. No en vano las cifras de nuevos ricos aumentan cada día, y la nación es la primera potencia económica del planeta, tanto que hoy va al rescate de la crisis financiera de Europa y Estados Unidos.

Y para llegar a ser independiente de las transnacionales establecidas aquí, la ciudad se esmera en conseguir el asentamiento de empresas fabricantes de computadores, accesorios electrónicos y alta tecnología. El primer éxito se manifiesta en la Hewlett Packard, la misma que, aliada con la empresa taiwanesa Foxconn, llegó a ubicarse segunda - a nivel mundial - dentro de la producción de laptops. El plan quinquenal incluye también el asentamiento del sector financiero y de servicios. 

¿Funcionará todo esto? Algunos expertos dudan que el desarrollo sostenido de la «Puerta a Occidente» continúe en los próximos años; sin embargo, no se nota detenimiento alguno en la sorprendente ciudad de Chongqing. 

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